domingo, 30 de enero de 2011

Un reto literario

All (Andrés López)

Me he propuesto un reto, un reto que quiero compartir con todos vosotros y de cuyo cumplimiento seréis testigos: publicar en mi blog un cuento cada día hasta el 31 de diciembre de 2011 y sólo quisiera que, a cambio, me hagáis llegar vuestros comentarios, vuestras críticas o vuestras sugerencias.

¡Comienza la prueba! Espero que todos nos divirtamos.

viernes, 28 de enero de 2011

Nieve en Nueva York

Foto tomada de elpais.com (Reuters)


Hay algo conmovedor en la belleza paralizante de la nieve, algo mágico que rompe la mordaza de la rutina y doblega la urgencia hasta dejarla sometida a la calma involuntaria.


Hoy, desde el otro lado del Atlántico, llegan las imágenes de la gran máquina neoyorquina dominada por la nieve, inmóvil, y me ha sacudido una nostalgia ciega que me ha transportado, durante apenas unos segundos, hasta esa Gran Manzana silenciosa e inusual.

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lunes, 24 de enero de 2011

e-Literatura III. El futuro de las bibliotecas (Reflexiones del Minotauro)

foto tomada de soygik.com


Hace unos años, la única preocupación que podían tener los bibliotecarios en cuanto a las obras prestadas, era que algún usuario no devolviese un libro o que decidiese fotocopiarlo completamente para uso propio. En cambio, hoy en día, si algún “internauta” perseverante decide hacer el laborioso trabajo de escanear un libro entero, podría colgarlo en la red y su difusión sería ilimitada.

Por ese mismo motivo, la planificación y rediseño de lo que serán (en mi opinión, en un futuro bastante inmediato) las bibliotecas virtuales, debería de ser prioritaria ya que los nuevos formatos y su manera de distribución superan la limitación física y temporal del libro en papel y, empujados por la crisis económica se están imponiendo rápidamente en nuestro entorno los libros electrónicos.

Debo reconocer que, a partir de este punto mi reflexión se acerca ligeramente a la ciencia ficción al elucubrar sobre cómo será el préstamo de “libros” del futuro: ¿Nos veremos los lectores obligados a leer “on-line para evitar descargas que pudiesen distribuirse después libremente? ¿O tal vez, los informáticos, incluirán en los archivos algún programa de caducidad que pasado el tiempo de préstamo corrompa el contenido del documento y lo haga ilegible? ¿Sobrevivirán, a pesar de la tecnología, las bibliotecas que conocemos y convivirán con éstas otras, más asépticas, carentes de problemas de conservación, de espacio y de almacenaje? ¿Seguirá viviendo el lector esa emoción especial que se siente ante un libro ajeno, del que apenas podrá disfrutar durante unos días, y que, precisamente por eso, se hace más valioso y atractivo? Y, por último ¿la capacidad ilimitada de almacenaje de información de una biblioteca virtual permitirá prescindir de las comisiones de selección de obras y abrirán las puertas a todos los libros editados, año tras año, independientemente de la procedencia, importancia o fama de los autores? ¿Estará el negocio de los editores en la venta de "e-readers" convenientemente programados para que su durabilidad limitada haga rentable la gratuidad de los textos?

Es cierto que sólo en torno al préstamo de libros surgen una larga lista de preguntas difíciles de contestar, un oleaje de intereses contrapuestos, de problemas y de retos que nos ponen de cara a la nueva era en la que, casi sin darnos cuenta, ya estamos inmersos.

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sábado, 22 de enero de 2011

e-Literatura II. La integridad de la obra (Reflexiones del Minotauro)

Foto tomada de laflecha.net


Hay una cosa que me preocupa seriamente con respecto a las descargas gratuitas de libros desde Internet y es quién protege al posible lector del contenido y quien protegerá la integridad de la obra, es decir, el legado del autor.

Es conocido por todos que en el entorno de las descargas de cine y música, se encuentran archivos que no contienen aquello que el “internatua” cree estar bajándose y que, bajo un título más o menos popular o reconocible, se oculta algo completamente diferente. En ambos casos, es fácil detectar el fraude y rechazarlo de forma casi inmediata. En cambio, en el caso del libro, si alguien manipula el contenido de una obra, altera el mensaje del texto, plagia o incluso usurpa el nombre del autor para difundir su propio trabajo, los lectores estarán indefensos ya que no podrán detectar el fraude hasta que hayan avanzado lo suficiente en la lectura.

¿Qué puede ocurrir entonces? ¿Quién y cómo acreditará la integridad del texto, su fidelidad? ¿Cómo podrá saber el lector, de forma inmediata, que lo que está leyendo es verdaderamente la obra original y no una falsificación?



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jueves, 20 de enero de 2011

La Espera


Dicen que viajar es trasladarse, desplazarse de un lugar a otro. Pero viajar en tren es mucho más: es cabalgar las cicatrices de la tierra, empaparse de paisajes, dejarse marcar el ritmo sutil de las esperas, encontrarse y olvidarse...

Todas esas cosas cuenta esta imagen de ALL (Andrés López), con su luz solar entumecida sobre la taza olvidada, con su evocador silencio de lugar de paso entre dos paréntesis de vida, atrapada por el cazamariposas de una cámara inquieta que acaricia la poesía de las cosas cotidianas.


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Exposición 20 años 20 imágenes
Institut Valencià d’Art Modern (Valencia)
www.ivam.es
De 18 de enero al 20 de febrero


miércoles, 19 de enero de 2011

e-Literatura I (Reflexiones del Minotauro)

El ámbito editorial, al igual que antes el de la música y el del cine, se retuerce como consecuencia de la revolución tecnológica y, a pesar de tener ante sí las experiencias de ambos mundos, sigue buscando a tientas el camino de salida hacia el futuro.

Las grandes editoriales que han ido adaptando sus “novedades” al libro electrónico, siguen ofreciendo altos precios muy alejados de lo que el usuario de “e-Books” estaría dispuesto a desembolsar porque, a día de hoy, es capaz de encontrar páginas, enlaces o vínculos (no estoy segura de la correcta denominación) donde pueden “descargarse” gratuitamente, esas mismas novedades.

Pero lo más preocupante es que estas obras, a falta de alguna corrección de erratas de última hora, son exactamente iguales a las que se comercializan, lo que me empuja a hacerme la inevitable pregunta sobre el origen de la “filtración” de estos textos, que no puede proceder sino de la propia industria, es decir, de la editorial (o de alguno de sus empleados), de la empresa de maquetación (o de alguno de sus empleados) o de la imprenta que finaliza el trabajo (o de alguno de sus empleados).

Y las siguientes preguntas, enlazadas con la anterior, vienen a abundar en un tema que, a día de hoy, me resulta realmente complejo de comprender y es ¿qué beneficio obtiene el que filtra el archivo y/o lo cuelga en la Red? ¿Y el que habilita la página desde la que se puede descargar? Tal vez, este último, logra una cuantía de ingresos importante por la publicidad que el espacio mantiene: a mayor número de internautas que visitan la página, mayor beneficio. Pero ¿no hay un enorme colectivo que, convencido de hacer una colectivización de la cultura, a favor de los demás, está permitiendo que unos “entes” anónimos se beneficien del trabajo de otros?

Autores, seguirán existiendo, eso es indiscutible, el creador no dejará de fabular porque no pueda beneficiarse económicamente de su trabajo, ya que existe desde que el hombre es hombre, mucho antes de que hubiese una industria de la cultura y de que la especialización permitiese a algunos creadores, vivir únicamente de la rentabilidad del fruto de su esfuerzo. Sin embargo otras preguntas surgen, inevitablemente, al bordear este nuevo precipicio del mundo conocido: ¿Realmente la Red permitirá que se diversifique la oferta, logrará romper los “cuasi monopolios” de algunos grupos editoriales, representantes y premios? ¿Abrirá de verdad la baraja a una nueva creación, más libre, sin limitaciones estéticas, creativas o lingüísticas?

Verdaderamente, no estoy segura, porque tengo la sensación de que muchas de las banderas “justas” bajo las que se distribuye la cultura libre en Internet, son sólo una cortina de humo para ocultar el lucro de las nuevas formas de mercado encubierto.


Safe Creative #1101198289280

jueves, 6 de enero de 2011

La ciencia ficción nos alcanza

En 1953 Ray Bradbury publicó “The Golden Appels of the Sun” ("Las doradas manzanas del sol" Minotauro 1993), un conjunto de cuentos entre los que se encontraba “El asesino”, la historia futurista en la que uno de sus personajes, frustrado por sentirse permanentemente conectado al entorno a través de su reloj teléfono, se rebela contra la tiranía de la tecnología.

58 años después, ha llegado al mercado español el reloj teléfono, como un eco literario y temible que hará que no nos sintamos solos... ¿O nos aislará más que nunca?


Safe Creative #1101068210307

miércoles, 5 de enero de 2011

FELICES REYES

Foto tomada de "www.galeriadedisplays.com"

Cada año, cerca de Navidad, retomo mi viaje personal al paraíso de la infancia, me emociono con las pequeñas cosas que me van indicando la llegada de este tiempo entre paréntesis y dejo que mi imaginación añada detalles mínimos a las leyendas crepusculares de los Reyes Magos.

Hay algo en mí que mantiene la fe, algo que se ilumina con la luz dorada del primer sol invernal, algo que se eriza en mi recuerdo cuando amanecen las mañanas de niebla para ocultar la caravana del desierto, cargada de regalos, algo que salta en mi pecho cada cinco de enero cuando la cabalgata atraviesa todas las ciudades de España inundando de caramelos, de nerviosismo y de fantasía, los enormes ojos de los más pequeños.

¡Felices Reyes!

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martes, 4 de enero de 2011

XXXIV Salón del Libro Infantil y Juvenil

Hoy Barahonda ha presentado la gran civilización Maya en el Salón del Libro Infantil y Juvenil. Los más pequeños han ayudado a la protagonista y a Hunahpú a luchar contra el viento destructor del dios Huracán, han escuchado la temible voz de Ah Puch y han solucionado un montón de enigmas para salvar a los Maya del olvido.

Gracias a todos por haber venido.